Natalie Portman, protagonista de Black Swan (Cisne Negro) de Darren Aronofsky ha abierto la 67 Mostra de Venecia, y los críticos, deslumbrados con ella y con la cinta, ya comienzan a hablar de que el Oscar este año, pudiera tener cuello largo y tintes obsidiana.
Natalie, aunque bailó de niña, para esta película tuvo una dura preparación de cinco horas diarias de ballet, además de natación y otros entrenamientos durante seis meses.
Atormentada por una madre frustrada (Barbara Hershey), la competencia de otra bailarina (Mila Kunis), un exigente y cruel coreógarfo (Vincent Cassel) y lo duro de la disciplina en sí, en Black Swan, Natalie Portman interpreta a Nina, una bailarina que sufre intensamente a la vez que sueña hasta la locura con el papel protagonista de ‘El lago de los cisnes.’
Aronofsky (The Wrestler) aprovecha como nadie ese sufrimiento para entregar sin sutilezas un thriller dramático sostenido en la dolorosa dualidad esquizofrénica del personaje. Todos estos factores, la extraordinaria calidad de la película, además del beso lésbico de Natalie Portman con Mila Kunis en cierto punto del filme, le han generado una enorme expectación. Una cinta que disputa con muchas probabilidades de triunfo, el León de Oro ante otras 23 películas en esta muestra de Venecia.
Ansiamos ya ver este filme, aunque al parecer no llegará sino hasta principios del 2011… Esperemos no enloquecer mientras aguardamos entre balancés y sauté, sautée…