Los 4 Fantásticos

Fantásticamente ignominiosa pero culpablemente entretenida

Más difícil que pelear con Victor Von Doom es escribir esta reseña. Pongámoslo en estos términos: habrá dos tipos de comentarios para la cinta, los de los fans de un comic de culto y los del público en general. Para los primeros será una absoluta ignominia, para los segundos, divertido entretenimiento; lo fantástico es que ambos tendrán razón.

De pequeño fui amante de las historietas, especialmente las de Marvel; encontré terriblemente adictivas y maravillosas las aventuras de Los Vengadores, sin embargo, he de reconocer que El Hombre Araña y Los 4 Fantásticos eran LOS COMICS, por tanto, sin ser coleccionista, muchos de sus episodios llegaron a mis manos y fueron devorados por mis ojos, en especial los primeros números.

Siendo puristas y enfocándola desde la óptica de Marvel, la película padece la flacidez del cuerpo de Reed, merece ser tan invisible como Susan, molida a golpes por Ben y quemada completamente por Johnny. Me explico brevemente y sin caer en spoilers específicos: el origen de Doom, (quizás el villano más arquetípico de todo Marvel) no es respetado; partiendo de allí, la narración pierde todo sentido, contraviniendo una y otra vez, la historia original; a ello sumen un guión sin estructura, una pésima dirección, malas actuaciones, algunos fatales efectos y varios gags estúpidamente innecesarios; el resultado: una realización burda, sin sentido, plana y completamente vanal. Para los amantes de este comic sagrado, hasta aquí llega la reseña y esta comedia debía ser enlatada junto con el fallido intento de New Horizons, puesto bajo llave en 1994.

Ahora, por otro lado, para todos aquellos que nunca hayan tomado un comic del cuarteto fantástico y por tanto no se hallen estigmatizados por éste, el producto puede resultar un entretenido placer, divertido, frívolo, incluso obsceno, pero digno de una buena tarde de palomitas y superhéroes. La actitud de Johnny arde, la sensualidad de Sue es notoriamente visible, las piedras insensibles de la Mole son melancólicamente sentimentales y la brillantez de Reed lo hace ver como un auténtico…—uhm, ¿cómo le llamó Sue?… ¡ah claro! — ¡un auténtico tarado! Pero de forma irónica, tantas situaciones aparentemente malas, quizás hasta patéticas, arman la película en un concepto integral: simple y llano entretenimiento. Podría parecer incluso que la producción hubiera sido planeada originalmente bajo una esquema divertido, fresco y prácticamente infantil, con la coherencia que requiere un capítulo de comic y nada más (de hecho hay una secuencia de La Antorcha Humana perseguido por un misil y varias escenas de La Mole, que son bastante vistosas). En este sentido, Fantastic Four es completamente disfrutable y una cinta apta para cualquier público. (A diferencia de Daredevil que pretendió mostrar desde su inicio un enfoque serio con escenas que francamente daban risa y hasta lástima).

Después de haber visto Batman Begins, Fantastic Four puede parecer una simple carcajada de clase B-; sin embargo, si todas las cintas de superhéroes hubieran sido realizadas bajo los cánones del hombre murciélago, los comics jamás hubieran sido productos para niños.

Hoy somos adultos y no pensamos igual que hace 20 o 30 años, cuando creíamos lógicos y coherentes al Hombre Topo viviendo bajo tierra, a Galactus devorando planetas con una aspiradora gigante o al Rey Namor, con sus orejas de Mr. Spock enamorándose de Sue Storm. Nosotros y lo cómics con nosotros, hemos envejecido; ya no hay muchos comics para niños, hay series serias, muy serias a veces; hoy hay mangas, animes y otras publicaciones, donde es más fácil ver una violación que un héroe; y no es que nos espantemos de ello, basta encender el noticiero cada noche para mirar lo mismo, sin embargo, el alma de Los 4 Fantásticos no padecía de ese síntoma.

Habría tal vez que ser menos rígidos y echar la mirada atrás, volver a ser niños otra vez y ser capaces de divertirnos con una cinta que convierte 24 páginas de papel magazine a 106 minutos de espectaculares superhéroes, porque a final de cuentas , eso es Fantastic Four, un episodio de esa serie a la que no le demandábamos mayor lógica o explicación; deberíamos ser capaces realmente de hacer ese ejercicio… sin embargo, para los críticos de cine con cabeza tan dura como la Mole y para los albeos puristas, esta posibilidad está completamente vedada.

¿Para qué decir algo más? Vayan, paguen su boleto (puedo asegurar que al menos vale las monedas) y juzguen ustedes con duro guante de hierro o con elástica mano blanda.

Sólo quisiera expresar que hasta las “vacas sagradas” se tropiezan y caen… baste recordar que se dice que Steven Spielberg quiso filmar Harry Potter, sin embargo, por buena fortuna, J.K. Rowling no aceptó porque el talentosísimo director quería que la historia se desenvolviera en Norteamérica, arrebatándole todo ese aroma inglés insuflado por la autora…¿Se imaginan a Harry diciendo “C’mon Ron, you gotta be kiddin’ me”.

Simplemente, los 4 Fantásticos no corrieron con la misma suerte. ¡Hey, hasta las vacas sagradas se tropiezan! pero eso no impide que por una tarde palomera seamos capaces de echar hacia atrás el reloj y podamos volver a sonreir y gritar ¡Llamas a mí! o ¡Es tiempo de pelear!