Harry Potter y las Reliquias de la Muerte

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte es el desenlace en el tour de force del niño mago; una jornada accidentada que llevará a los tres amigos a buscar los horrocruxes faltantes que permitirán finalmente, hacer frente de igual a igual a Lord Voldemort.

Para todo aquel seguidor de la saga, ésta será una película maravillosa; el por qué es muy simple, Warner Bros decidió, en pos de lograr una mejor adaptación, filmar una historia extensa para no perder detalles importantes. Al menos ésa fue la versión oficial, aunque en realidad todos sabemos que siempre es más redituable para el estudio exhibir dos películas en vez de una… aunque la disfracen de dos partes.

Con más de dos horas de duración, este primer capítulo del último episodio, es un filme oscuro y bien manufacturado, aunque como sucede con los libros, uno debe conocer las seis historias anteriores para comprender el cúmulo de personajes y el por qué de cada uno de los acontecimientos. En este sentido, si alguno no está familiarizado con el pasado del joven mago… pague su boleto bajo su propio riesgo.

La cinta está dirigida por tercera ocasión consecutiva por David Yates, quien hay que decirlo, no es sobresaliente pero ha ido mejorando bastante en su cometido. El argumento versa sobre la búsqueda de los horrocruxes por Harry, Ron y Hermione, objetos mágicos malditos en donde Voldemort ha escondido parte de su alma. Hasta que las siete piezas no sean halladas y destruídas, el oscuro mago no podrá ser muerto definitivamente. El problema es que los chicos no saben dónde están estos horrocruxes ni qué objetos son; y para oscurecer más el panorama, el señor tenebroso controla ya el Ministerio de Magia y el mismo Hogwarts, e incluso ha comenzado a obrar en el mundo muggle.

Por primera vez los acontecimientos no se desarrollan en Hogwarts, la escuela de magia y hechicería; en esta ocasión, la cinta se asemeja más a un road trip, con el trío buscando dichos horrocruxes y al mismo tiempo huyendo de los esbirros de Voldemort. En su camino conocerán accidentalmente una colección de tres objetos conocida como las reliquias de la muerte que podrían ser una de las claves para resolver este misterio. El origen de dichas reliquias es narrado de forma fascinante en la cinta a través de una tremenda animación, recurso jamás antes utilizado en las cintas de Harry Potter y que me recordó al uso que hiciera de ello Tarantino en una de sus historias en el primer episodio de Kill Bill.

La evolución de los libros de J.K. Rowling tendió a ensombrecerse, haciendo sus historias cada vez más crudas y oscuras, situación entendible debido a que su target también fue creciendo y demandaba un producto más maduro. En este marco, no es de asombrar que algunos de los personajes mueran, imprimiéndole con ello mayor dramatismo a la historia.

Por otro lado y afortunadamente para las cintas, todos los protagonistas que iniciaron en el proyecto hace casi una década continuaron en él, por lo que lograron madurar sus personajes y por supuesto su actuación. En este marco, Daniel Radcliffe ha brincado ya al teatro y la bella Emma Watson se ha convertido en una elegante modelo para Burberry, situaciones éstas que se aprovecharon con fines mercadológicos forzando una escena sexual entre ambos que si bien no está del todo fuera de contexto, sí tiene claros tintes de morbo para impulsar aún más el producto (como si lo necesitara).

En esta misma línea histriónica hay que señalar que parte del éxito de la saga se debe en mucho a la inclusión de actores de primera línea, como Alan Rickman, Helena Bonham Carter, Ralph Fiennes, Michael Gambon, Gary Oldman, Kenneth Branagh, Emma Thompson, entre otros.

Por supuesto que la cinta, que es de las mejor adaptadas, termina en climax, no sólo para impulsar la asistencia a la 2a parte sino porque será un detonante obvio en la venta de ediciones que ya atascan las librerías en el mundo; una película que cierra con broche de oro lo que se ha convertido en la saga cinematográfica más rentable de la historia, por encima incluso de Star Wars, Lord of the Rings o la misma James Bond que cuenta ya con más de una veintena de cintas.

Si se es fan, o simplemente un gustoso de esta historia, la película cumple bien en todos sentidos, de modo que a ver sin falta, y para todo lo demás… Obliviate!