Inception

Inception no es una película para mentes débiles. No es fácil de entender en el momento. No es fácil de digerir posteriormente. Sin embargo, es una de las experiencias filmográficas más intensas que puedan tener en muchos años.

Devenida del prodigioso talento de Christopher Nolan, quien ya nos había maravillado con su concepción de Batman, Inception, escrita y dirigida por este brillante cineasta, es un viaje a lo más profundo de los sueños y la fantasía.

Situada en un futuro nada lejano, la cinta nos ubica en una sociedad donde la mente humana puede ser literalmente asaltada mientras duerme, proyectándole sueños con personajes profundamente reales con el fin de robarle piezas claves de información resguardadas como secretos en el cerebro.

Leonardo DiCaprio interpreta con espeluznante maestría, a Cobb, uno de estos ladrones de información onírica que, junto a su equipo especializado, son los mejores en su área. La extraordinaria habilidad de Cobb para infiltrarse en las mentes ajenas y manipular su mundo interior lo ha hecho rico, pero también un fugitivo de la ley y con ello, un hombre alejado de lo que ahora más añora… su familia; sin embargo, la oferta de un «último» pero arriesgado trabajo parece poder devolverle la estabilidad a su vida.

Para poder penetrar la mente humana son necesarios, además del personaje que se infiltra, otros especialistas, como un arquitecto, encargado de diseñar el sueño y un vigia, quien debe coordinar todos los detalles desde afuera y a veces, desde dentro del mismo sueño. La talentosa Ellen Page y Joseph Gordon-Levitt interpretan con dramático realismo estos roles como parte de un extraordinario casting que también cuenta con una maquiavélica Marion Cotillard y un brillante Ken Watanabe; por si fuera poco, hasta Michael Caine tiene un pequeño pero fundamental rol en esta imaginativa narración… claro que sólo él puede darse el lujo de aparecer apenas unos minutos y aún así lucir extraordinario.

Si el elenco les parece grandioso, permítanme señalar que no es nada comparado con el poderoso guión, seguro nominado y la verdadera estrella del filme junto con la dirección, que cuadro a cuadro nos hace preguntarnos si lo que estamos viendo es un sueño del protagonista, un sueño de alguien más, la realidad misma o más allá, el sueño de un sueño ¿Complejo? La cinta lo es aún más.

Armada al más puro estilo de un rompecabezas, la película parece ser el pináculo de una serie de realizaciones que ya habían explorado el concepto pero sin este grado de maestría; y hablo aquí de grandes producciones conceptuales como Memento (también de Nolan), Eternal Sunshine of the Spotless Mind o la misma Matrix.

La premisa es sencilla pero su desarrollo, bestialmente complejo y espectacular. Cobb, contratado usualmente por grandes corporaciones para robar secretos empresariales de la mente de distintos empresarios, es ahora reclutado para una tarea que parece imposible… no debe robar nada, por el contrario, debe dejar una idea en la mente de alguien para hacerle pensar que es un concepto propio (de ahí el título, Inception)… una tarea que al parecer nadie ha logrado porque el mismo cerebro reacciona violentamente contra este proceso. Sin embargo, Cobb guarda un oscuro secreto sobre la situación; un misterio que puede lograr el éxito de la empresa o hacer que toda la misión fracase y que se ponga en riesgo la vida de todo el equipo que con él se involucra para llevar a cabo el trabajo.

Para el espectador, Inception es todo un reto, no sólo para entender lo que se está viendo, sino para tratar de resolver un inquietante acertijo. Curiosamente, nuestra mente, busca dejar al igual que el mitológico Teseo, una madeja de hilo en el Laberinto del Minotauro con el fin de marcar el camino, a fin de mantener la orientación y salir con vida del mortal enredo. El gran problema aquí es que, a diferencia de Teseo, no sabemos si el hilo que hemos dejado es real o simplemente lo hemos soñado.

De un nivel harto extraordinario, con efectos especiales asombrosos, una banda sonora vibrante, una edición impecable y creativa hasta decir basta, y una historia que mezcla brillantemente acción y argumento, Inception es magistral, la mejor cinta del año, la más inteligente y retadora, y seguro, desde ya, una realización que se volverá de culto.