Hay un encanto particular en Iron Man a diferencia de muchos otros superhéroes; como buen hijo de Marvel, el hombre detrás de la armadura auriroja, está plagado de problemas humanos, problemas que Tony Stark trata de resolver a base de billetes, cinsimo, narcismo, alcohol, mujeres y violencia… en otras palabras, la armadura de Tony parece no funcionar con energía, sino con testosterona.
En este marco, puede que las chicas no se vuelvan fans de esta cinta, a menos claro que sean seguidoras de Marvel o del mismo Robert Downey Jr. que interpreta impecablemente el papel, quizás porque su vida misma es una línea paralela a la de este héroe o quizás porque se le desborda el talento de forma natural.
Iron Man (originalmente creado en 1963), en esta segunda versión, es un comic traducido exitósamente a película; con sus villanos indescifrables, las intrigas con gobiernos involucrados, las sensualérrimas antiheroínas, las asistentes perfectas, las peleas a muerte en medio de la ciudad; en otras palabras, para quienes fueron fans de las 24 páginas que cada semana la casa de historietas publicaba, no quedarán decepcionados. Sin embargo, esta gran virtud puede también ser su más grande debilidad, ya que aquellos que no gustaban de los comics o no son proclives a Downey Jr., encontrarán la cinta algo más que exagerada y resuelta de forma fantasiosa en más de un sentido… pero hay que decirlo, ellos no son el target.
La cinta, nuevamente dirigida por Jon Favreau y bajo el mismo estilo, está ubicada meses después del término de su antecesora, cuando Stark reveló en conferencia de prensa, su identidad secreta. Ahora, en su rol de Hombre de Hierro, ha logrado equilibrar las fuerzas bélicas mundiales, trayendo cierta estabilidad al mundo… estabilidad que para no perder la costumbre, no les agrada a los norteamericanos, acostumbrados a ser los amos de cualquier arma, por lo que le demandan a Stark develar los secretos de su creación. Éste no será el único problema de Tony; más allá de sus dificultades con el Tío Sam, su salud está siendo deteriorada por un agente externo; su actitud altanera, insuflada aquí con un aire a la Steve Jobs en sus Macworld, y su desesperación ante la enfermedad que aparenta ser incurable, complican el panorama y, para finalizar el cuadro, un enemigo forjado por herencia hace veinte años, acecha desde las sombras.
Lo que hay que destacar en Iron Man 2 y que para muchos se ha vuelto algo natural en el cine, son los impresionantes efectos visuales y de sonido; la armadura que se ensambla a voluntad de Stark, los vuelos acrobáticos que se ven y sienten naturales, las explosiones, las secuencias de pelea, todo el espectáculo visual y auditivo ensamblado por una extraordinaria edición es sumamente disfrutable.
Un acierto del guión, desarrollado por Justin Theroux, con el apoyo de Jon Favreau y el mismo Robert Downey Jr., es la recuperación de múltiples personajes Marvel en un cast impresionante; para iniciar, el rival de Iron Man en esta ocasión es una combinación de Whiplash y Crimson Dynamo, bien conjugado por un actor que, al igual que Downey, ha emergido de sus cenizas, Mickey Rourke, el hombre nacido para ser chico malo. Gwyneth Paltrow vuelve a interpretar a la tentadora intelectual “Pepper”, con un rol más activo en esta ocasión; Sam Rockwell es Justin Hammer, el acérrimo competidor de Stark, Don Cheadle encarna al coronel James «Rhodey» Rhodes quien a la postre será War Machine, el «Iron Man» gris que pueden ver en el poster y que es en realidad una armadura prototipo; vuelve Samuel Jackson como Nick Fury, armando a Los Vengadores, aunque sigue sin convencerme; y el caviar sobre toda esta galleta, la tres veces sensual Scarlett Johansson en el rol de la Viuda Negra, a quien hay que decirlo, se le pudo haber explotado mucho más, no sólo por su espectacular y talentosa interprete, sino porque en el universo Marvel es uno de los personajes más llenos de contradicciones, conflictos y dobles personalidades que existen.
En fin, que Iron Man 2 no es una cinta para festivales y premios, salvo quizás en sus áreas técnicas, pero es gran entretenimiento palomero con buenas actuaciones y un circo de efectos… curiosamente es clasificación B, aunque si quieren mi recomendacion, con unos ocho años es suficiente para verla.
Hasta aquí la dorada y vengadora columna.
Nos videamos.