La votación por el Oscar

El Oscar: Alfombra roja, Academia, gala, quizás la noche más famosa del mundo y un sistema de votaciones por el que se llega a una lista final de nominados y, tras la ceremonia, la publicación del vencedor de la categoría.

Luego vienen las quejas o las confirmaciones, y todos tenemos qué decir: lo merecía, no debería haber estado siquiera en las opciones, etc. Pero, ¿cómo es que se realiza la cuenta de los votos?, ¿Cómo funciona el sistema interno de la Academia?

Navegando por Variety, encontré  algunas pistas, de donde sale la base de esta traducción y artículo.

El sistema de votos

Complejo en sí mismo, se trata de un sistema antiguo que no resulta simple de explicar, y que aún explicado, no resulta simple de entender. Veamos. 

Las reglas de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood son simples: cada rama de la Academia vota a su propia categoría (es decir, los de efectos de sonido votan a los de efectos de sonido, los actores votan a los actores, etc.) y hay categorías donde todos pueden votar (por ejemplo, todos votan a la Mejor Película).

Este proceso es simple: los que votan reciben una papeleta donde pueden escribir hasta cinco opciones para el Oscar, donde es habitual que quien vote dedique esfuerzos y tiempo a poner en el orden de su preferencia en la elección. Lo que se asume es que los cinco elegidos serán tomados en cuenta pero, en la práctica, no siempre es el caso.

De hecho, usualmente sólo una cinta será tomada en cuenta, ¡y puede que no sea la primera opción elegida!

La causa es simple: el proceso no es conocido a detalle, de modo que todos los intentos por tener opciones finales claras, pueden verse alterados. Ni siquiera puede culparse a los que votan, porque el sistema de votaciones es de tipo preferencial, y es un sistema antiguo, usado desde 1936 (Australia lo adoptó en 1902).

El sistema preferencial está diseñado para lidiar con votaciones donde no hay un solo candidato ganador sino varias opciones finales (es decir, se tienen cinco opciones finales al Oscar a MejorPelícula, y no un solo ganador como podría ser el caso de una elección presidencial).

El recuento inicial

Simplificando el proceso, tenemos esto:

La Academia, tras el cierre de votaciones oficialmente anunciado, envía los votos a los auditores (la empresa PricewaterhouseCoopers, PwC), y el recuento comienza. 

Si, por ejemplo, hay 375 miembros que votan al premio de Dirección, los auditores toman el número y lo dividen entre 6 (es decir, el número de nominados finales, más uno). Esto da un valor (62) y, sumando 1, se obtiene una cifra final (62+1=63). Hay una razón para suman estos unos adicionales, asociada al sistema de pilas.

Los auditores, con estas cifras, comienzan a contar, tomando los 375 votos originales, revisando sólo las primeras opciones, separando los votos de acuerdo a esta elección. Cada primera opción tendrá su propia pila. Cuando un candidato llega a 63 votos de primera opción, tiene votos suficientes para una nominación.

Cualquier persona que haya votado por este candidato queda con sus votos puestos a un lado, y ninguna otra de sus opciones es tenida en cuenta (‘si ya decidiste, sales de la discusión’).

La idea detrás de esto es asegurar que todos los votantes son tenidos en cuenta.

Es posible, pero poco probable, que tras la primera ronda concluye, existan 5 candidatos con 63 votos. Si esto no sucede, el quipo en PwC toma los votos que todavía están dentro de la ronda (es decir, aquellas papeletas que no han votado por opciones con 63 votos completos), y ahora se revisan las segundas opciones, para ver si hay candidatos que tengan votos suficientes.

Esto funciona así: al acabar la primera fase, los que cuentan los votos van a la menor de las pilas que aún quedan, y los votos se distribuyen entre las pilas restantes, tomando en cuenta ahora las segundas opciones. Este proceso busca una redistribución que eventualmente llevará a pilas con los votos necesarios. 

De nuevo, la idea es maximizar las oportunidades de que todas las elecciones sean tenidas en cuenta.

Una aclaración: los contendientes tienen que recibir al menos un voto de primera opción. La idea detrás del razonamiento es que si un candidato no tiene votos como primera opción no merece una nominación.

En teoría, los auditores avanzan así incluyendo los votos de tercera opción, cuarta y quinta, pero es probable que ya existan nominados en las rondas anteriores, de modo que no se llegue al fondo de la lista.

Así, cuando los votos se cuentan, no importa sólo que todos los miembros votantes tengan a un candidato en la papeleta, sino que esté dentro de rango, ya que las cuartas y quintas opciones probablemente no sirvan. 

Es decir, aún si un candidato aparece en todas las papeletas (lo que significaría cierta unanimidad), es relevante, pero si el nombre está abajo en las listas, no tendrá opciones.

Variantes

Este umbral de 63 aplica al ejemplo de Dirección. En la gran mayoría de candidaturas, el número de votos se divide por 6, de modo que el número cambia (en Cinematografía, hay 197 miembros, lo que da el número mágico de 33; en los Actores, el número es 204, con 1222 votantes).

Categorías como ek Oscar a Mejor Película Extranjera o el Oscar a Mejor Documental tienen métodos distintos, de modo que no todos usan el sistema anteriormente descrito.

Notas relevantes

• En el sistema preferencial, como se mencionó, es obligatorio que los candidatos tengan papeletas como primera opción para ser considerados.
• El sistema no es por peso (es decir, no se dan ciertos puntos al primero, otros al segundo, etc.)
• Aún con cinco opciones, la papeleta se elimina cuando la opción de la ronda es elegida.
• No se penalizan errores ortográficos al describir las cintas o personas, pero si no hay coincidencias (por ejemplo, votar a Tom Cruise en una cinta en la que no participa), el voto es desechado.
• Los auditores de PwC son unos 12, lo que muestra la complejidad del proceso.
• El proceso es llevado a cabo manualmente: no hay informática involucrada.
• PwC lleva más de 60 años realizando el proceso.
• En la historia del proceso se han tenido sorpresas pero ningún candidato ha pedido un recuento 😉

¡Y uno con la idea de que el proceso era más o menos simple!