Hay que señalar que fuera de los productos de Pixar, pocas son las cintas animadas que logran sobresalir gracias a un buen guión y a un trabajo gráfico remarcable. Despicable Me, Mi Villano Favorito (en México) y Gru, Mi Villano Favorito (en España), logra hacerlo.
Despicable Me nos presenta la historia de Gru, un villano que resulta ser fascinante, quizás por lo mucho que nos podemos identificar con él; es egoista, impaciente, ambicioso, ególatra… pero al final, profundamente humano.
Gru no comete sus felonías para dominar el planeta o hacer dinero (de hecho debe solicitar continuamente préstamos al Banco del Mal); no, Gru busca el reconocimiento mundial como el mejor villano. Una mañana, tras reventarle a un niño un globo en el rostro y congelar a toda la fila para obtener un café pronto en un local tipo Starbucks, Gru es informado que otro secuaz, llamado Vector, ha robado la gran pirámide de Egipto, logrando con ello ser llamado el villano más grande de todos los tiempos. El hecho nos revela el próximo plan de Gru… robar la luna (una tonta pero brillantísima idea); lo cual planea hacer con la ayuda de su socio, el Dr. Nefario (una especie de Q en la saga de James Bond) y su ejercito de minions, pequeñas criaturitas amarillas de uno o dos ojos que le ayudan en todo, y en verdad, se vuelven una parte entrañable de la cinta… y de su poderosa maquinaria de marketing.
Para lograr sus planes Gru necesitará, dentro de su maquiavélica estrategia, de tres niñas huerfanas llamadas Agnes, Margo y Edith, a quienes decide adoptar de un orfanato con tal de ejecutar su cometido. El problema para él es que en vez de que él sea el ladrón, son ellas quienes le roban el corazón, haciéndolo revalorar muchos de los elementos y actitudes de su vida, misma que conocemos un poco a través de flashbacks.
Shrek no es un villano, es más bien un anti héroe, por lo que parte de la innovación de esta cinta, es presentarnos como «estrella» a un verdadero villano… un poco el ejercicio visto con El Padrino, donde nos identificamos con el lado oscuro (de hecho hay un extraordinario gag en línea directa con la obra de Mario Puzo). Obviamente aquí se trata de una cinta infantil y muy pronto se descubrirá que esa maldad no es real, sino una coraza devenida de un pasado tormentoso provocado por una madre autoritaria.
El resultado es una película muy divertida, dinámica, empática, incisiva, que funciona para pequeños y adultos; además de un producto donde el 3D no se siente sobrado o abusivo; de hecho, hay una secuencia en un parque de diversiones donde esta técnica nos regala un viaje extraordinario a través de una montaña rusa. No obstante, si no se quiere pagar extra, la versión 2D no tiene demérito alguno.
En la versión original las voces son de Steve Carell como Gru, manejando un jocoso acento de espía ruso, Jason Segel como Vector, Russell Brand como el Dr. Nefario y la mismísima Julie Andrews en el rol de la madre de Gru.
Despicable Me de Illumination Entertainment y distribuída por Universal Studios es una agradable sorpresa y seguramente el inicio de una nueva franquicia, porque tanto Gru como las niñas, aún tienen mucha animación que entregar. Hay que señalar que en México, después de 4 semanas exhibiéndose en cines, Mi Villano Favorito aún permanecía en el número 1 la semana pasada, acumulando más de 216 millones de pesos.
Buen producto de verano, una agradable sorpresa este año.