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En la mitología clásica, Orfeo está dispuesto a arriesgar su misma alma por rescatar del averno a Eurídice; prefiere descender al infierno que vivir sin ella. A lo largo de la historia literaria, esta figura se repite en esencia con Beatriz y Dante o Fausto y Margarita. Stephenie Meyer recupera este marco circunstancial y centra en ello su saga Crepúsculo. Bella debe condenarse a cambio del amor de su vida. Meyer obtiene con sus letras, un resultado atractivo, al menos comercialmente dentro del público joven. Sin embargo en las cintas, el exceso de lirismo está desbordándose hacia lo cursi… adjetivo que por esencia, jamás debiera aparecer en una historia de vampiros.

Eclipse, publicada en 2007, es la tercera parte en la historia de amor imposible entre Bella Swan y Edward Cullen. En este episodio, el triángulo amoroso se complica por tres sucesos: la amistad entre Jacob y Bella se fortalece; el dolor emocional sufrido por Jacob al no ser correspondido, lastima también a Bella; y finalmente, Edward asfixia ocasionalmente la relación al sobreproteger y celar a su amada. En otra arista de la historia, un antiguo enemigo está formando un ejercito que pondrá en peligro a todo el clan Cullen.

Si bien para muchos lectores, Eclipse es quizás el episodio más emocionante de la saga, hay que decir que el ritmo de la cinta es un poco lerdo y un mucho meloso. Es necesario señalar que de la primera película a ésta, la historia ha ido perdiendo vuelo, y en lo personal creo que en mucho se debe a la falta de química, de fuego, entre los dos protagonistas principales y al escaso talento histriónico de la sensual Kristen Stewart, quien no logra abrir el abanico de emociones necesario que demanda un triángulo amoroso.

No obstante lo anterior, he de decir que la cinta será bien recibida entre los seguidores de la saga… más chicas que chicos, y que las salas de cine serán una ola de uys, aaahhh´s, ooohhh´s… expelidos por las ferverosas teens que no podrán contenerse ante algunos cuadros extremadamente remilgados (como la poco creíble continencia sexual de un vampiro de más de cien años), y otras escenas, puestas exclsuivamente para provocar esas reacciones, como mostrar al musculoso Taylor Lautner, descamisado a lo largo de la cinta, so pretexto de su sangre caliente.

En fin, que la realización es un producto entretenido pero bastante mediano, que sin embargo cumplirá su objetivo al menos para su target, fans recalcitrantes de una historia que aún en letras me parece un tanto o un mucho inverosímil, con una protagonista muy corta de mente y un vampiro que a pesar de tener más de un siglo de vida, no ha madurado un gramo y sigue siendo un inseguro adolescente… pero claro, ése es sólo mi punto de vista.

La recomendación… véanla si son seguidores de la saga o si los boletos para Toy Story 3 siguen agotados. Nos videamos.