Sólo uno vivirá
El primer beso de Harry, el alarido devenido de la muerte, la impotencia ante el fascismo escolar, la guerra que se avecina… Harry Potter y sus amigos han dejado de ser niños y sus vivencias también.
El primer beso de Harry, el alarido devenido de la muerte, la impotencia ante el fascismo escolar, la guerra que se avecina… Harry Potter y sus amigos han dejado de ser niños y sus vivencias también.
Tuve que sentarme a reflexionar mucho antes de escribir esta reseña para tratar de ser lo más imparcial posible, y es que la situación no es fácil, ya que toda la serie de Harry Potter padece de un estigma más fuerte que la cicatriz en la frente del joven mago: Cada una de las películas deberá pasar por el ojo riguroso de los fieles devotos Rowlingnitas. Lo peor de esta circunstancia es que tiene algo de justicia, pues después de todo, fueron ellos quienes engrosaron los bolsillos de la escritora inglesa y por tanto, esperan recibir algo a cambio… esperan recibir en sus ojos, lo que sus mentes vivieron a través de las letras; cosa nada fácil.
Sabe perfectamente cómo dirigir a una Princesita y de sobra conoce la intensidad de dos jóvenes lejos de su hogar, de su entorno, y de su Mamá también. El director mexicano, Alfonso Cuarón, brilla guiando a Emma Watson en el rol de la sabihonda Hermione y a Rupert Grin y Daniel Radcliffe como Ron y Harry, dos chicos que no lo son más, pues sus cuerpos y actitudes los han convertido en claros adolescentes.
¡Sujeten sus Nimbus 2000 y tomen el expreso para el viaje a Hogwarts! Aseguren un buen sitio en los partidos de Quidditch, y pónganse sus capas de invisibilidad, pues la espera ha terminado… Harry Potter ha llegado por fin a las pantallas, y el evento es único pues se trata de un suceso en el que millones de fans (literalmente) y de personas pondrán sus ojos en este otoño…