Reseñas
Sabe perfectamente cómo dirigir a una Princesita y de sobra conoce la intensidad de dos jóvenes lejos de su hogar, de su entorno, y de su Mamá también. El director mexicano, Alfonso Cuarón, brilla guiando a Emma Watson en el rol de la sabihonda Hermione y a Rupert Grin y Daniel Radcliffe como Ron y Harry, dos chicos que no lo son más, pues sus cuerpos y actitudes los han convertido en claros adolescentes.
Matthew Kidman (Emile Hirsch) tiene muchos proyectos en la cabeza; es el Presidente estudiantil de su generación, ha ahorrado 25,000 dólares para traer por buena voluntad a un estudiante desde Camboya y está a punto de ingresar a una de las mejores universidades del país a través de una beca por “Integridad”. Grandes proyectos para una mente de dieciocho años. El problema es que Matt jamás ha tenido novia, nunca ha salido a divertirse y sus dos mejores amigos son tan sólo un par de nerds sin remedio. Matt necesita un milagro… Y ese milagro se encarna sensualmente en Danielle (Elisha Cuthbert, Kim, en la serie televisiva 24), la recien llegada chica de al lado, que es por azares del destino… ¡Una estrella porno! El problema es que Matt será el último en saberlo.
Los italianos dicen que la vida es tan dura
que el hombre debe tener dos padres que velen por él;
por eso todos tienen un padrino.
Tom Hagen,
Consigliere de la Familia Corleone
El Padrino, Mario Puzo
¡Vaya aventura! La cinta es una delicia, y ofrece un episodio que no sólo refrenda el compromiso de mantenerse fiel a la propuesta de la autora J. K. Rowling, sino que –en cierto modo- llega incluso a superar a la primera entrega, y tiene tantos aciertos importantes que resulta obvio que se estudió mucho –y correctamente- todo lo que significó Harry y su primera película en términos de cine.
Renata (Martha Higareda) es una niña bien que se enamora de Ulises (Luis Fernando Peña), un chavo de un barrio popular. Sin embargo, su noviazgo es interrumpido bruscamente por los conflictos clasistas que se desatan en sus respectivos ambientes, este es el argumento y así comienza la historia de Amar te duele, una cinta con lugares comunes y problemas socio-culturales, pero sobre todo, con el motor principal: el amor.
Desde el primer teaser trailer, aquel donde la pequeña ardilla prehistórica se encargaba de crear una avalancha impresionante con una simple bellota, se veía que el proyecto animado 3D de la Fox era algo importante, no sólo por la cuestión de la nueva categoría de la Academia (el Oscar a la Mejor Cinta de Animación) sino por quitarse esa espinita asociada al éxito pobre en el campo animado (hablo del bajo éxito comercial de un Titán A.E. o una Anastasia)…
¿Puede el deseo de sobresalir llevar a un hombre a los límites de la locura?; ¿puede éste abandonar su mundo, para vivir en otro de su propia creación?; ¿puede la esquizofrenia ser curada sólo con la fuerza de voluntad? y ¿puede el Amor rescatarnos de los infiernos que nustras propias mentes nos han edificado? La respuesta está en A Beautiful Mind.